Espeleología

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Espeleología | Patrimonio natural | Entorno natural | Cuevas | Benia de Onís | Onís | Comarca del Oriente de Asturias | Oriente de Asturias | Montaña de Asturias | Asturias | Principado de Asturias | España | Europa.

Descripción

1. INTRODUCCION

La espeleología es una actividad relativamente desconocida que responde claramente a su significado etimológico: tratado de las cavernas.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua la define como la ciencia que estudia la naturaleza, origen y formación de las cavernas, especialmente las subterráneas, y su fauna y t7ora.

Se trata por tanto de una disciplina científica cuyo desarrollo necesita, entre otras cosas, el apoyo de ciertas técnicas deportivas, algunas de ellas muy específicas.

Es precisamente ese componente deportivo y la sensación de aventura que conlleva la exploración de ambientes desconocidos lo que impulsa, al menos en un principio, a una buena parte de sus adeptos.

Dentro del desconocimiento general que se tiene de la espeleología, el aspecto que más trasciende suele ser la componente deportivaaventurera que sesga la visión de algunos de sus practicantes, que anteponen ese aspecto lúdico al científico, desembocando en ocasiones en consecuencias nefastas para un ambiente tan frágil como es el subterráneo.

Por ello habría que diferenciar claramente entre practicantes, que serían aquellas personas que se introducen en las cuevas en busca de la mera aventura, y espeleólogos, que además de la práctica deportiva tienen unos objetivos de estudio e investigación bien definidos, que comprenden.desde la exploración simple, con sus consiguientes levantamientos topográficos, hasta la descripción de formaciones y estructuras geológicas o el estudio de los diferentes ecosistemas desarrollados en el interior de las cavidades.

En Asturias el lugar emblemático para la práctica de la espeleología de grandes simas es el entorno de los Picos de Europa, donde existen catalogadas más de 500 cavidades. En Picos se encuentran cuatro de las veintitrés simas de más de 1.000 metros de profundidad que existen en el mundo. El sistema del Trave, en las proximidades de Amuesa, en el Macizo Central, es la tercera, cavidad más profunda del mundo, con más de 1.400 metros en vertical.

Se considera la primera expedición espeleológica en los Picos de Europa la dirigida por Aurelio del Llano en 1918, con su intento de explorar la cueva de Orandi. A partir de 1960, esta dura actividad comienza de una forma seria su faceta propia deportivo-cíentífica por parte de los miembros del Oxford University Caving Club (OUCC), que continúan su actividad en la actualidad.

Desde esa fecha son innumerables las expediciones, tanto de grupos extranjeros como nacionales, entre los que se encuentran los asturianos como el CADE (Colectivo Asturiano de Espeleólogos), cántabros como SEL (Sociedad Espeleológica Lene) de Santander y GELL (Grupo Espeleológico La Lastrilla) de Castro Urdiales, madrileños como los ingenieros industriales (SII), valencianos, etc.

Entre los extranjeros, además del ya citado OUCC, encontramos al Espeleclub de la Seine de Paris; lancaster Uninersity Speleological Society (LUSS); varios interclubs (Franceses, Polacos, Búlgaros, Checos, Canadienses, etc.). En el verano de 1991 se dieron cita un total de 24 expediciones que, en el caso de los extranjeros, tienen una duración de 20 o 30 días ininterrumpidos, lo que da idea de la dureza de estos trabajos.

Por otra parte, la importancia de esta zona en el ambiente espeleológico queda patente con la celebración en Oviedo, en 1991, del 1 Congreso Internacional Picos de Europa.

11. ASPECTOS GEOLOGICOS DE LAS CUEVAS

El componente fundamental para la práctica espeleológica es la existencia de cuevas con mayor o menor complejidad y desarrollo. Esta limitación viene impuesta por las características geológicas que permitan la presencia de determinados grupos de rocas (calizas, dolomías, sales, yesos) con una estructura que sea favorable para que la actuación de agentes externos sobre las mismas, concretamente el agua, tenga lugar de una forma muy concreta.

II. l. EL ORIGEN

El origen de las cuevas se puede atribuir a la reacción que se produce cuando el agua entra en contacto con rocas que poseen unos componentes mineralógicos muy sensibles a su actuación. Pero ese agua debe tener una característica determinada, debe contener un componente químico, que haga más efectiva su acción.

Esa «impureza» del agua se produce de forma natural, cuando el agua de lluvia atraviesa la atmósfera, cargándose de dióxido de carbono (C02), uno de los componentes del aire que de forma natural se genera en los organismos vegetales y animales.

La interacción del agua con el COz da como resultado un ácido muy débil, el ácido carbónico (C03H2), que es el agente que actuará de forma agresiva sobre rocas. En función de la composición mineralógica, y por tanto química, de las rocas sobre las que actúe, la agresividad de ese agua será más o menos efectiva. Y así, en una roca con una composición carbonatada como las calizas, cuyo componente mineral fundamental es la calcita (C03Ca), tiene lugar un ataque químico por parte de ese agua ácida que transforma los componentes carbonatados en sales bicarbonatadas. Estas sales son ya muy solubles en el agua, siendo transportadas en disolución.

En los yesos, constituidos por sulfatos de calcio, y en otras sales, el ataque del agua tiene lugar directamente, disolviéndolos.

Por tanto, solamente se desarrollarán cavidades de disolución en aquellos lugares en los que exista alguno de los tipos de roca con composición sensible a la disolución por el agua y en los que @sta, además, agua.

El agua de lluvia se infiltra a través de los suelos, allí donde éstos existen, aumentando su concentración en CO2, y se introduce en el interior de la roca, a través de fisuras y fracturas. Así comienza un proceso destructivo de disolución en el interior de la masa rocosa, que es tanto más agresivo cuanto más C02 se haya disuelto en ese agua, en función de la temperatura y la presión.

En un espacio muy dilatado de tiempo (miles o millones de años), ese proceso va progresando lentamente y, ayudado por desprendimientos de paredes y techos, y por los efectos mecánicos de abrasión, consecuencia de la circulación subterránea del agua,

se llegan a originar grandes cavidades. Estas galerías, más o menos complicadas y de tamaños diversos, han sido bautizadas por los espeleólogos con nombres tales como grutas, laminadores, meandros, sifones, etc., en función de sus características y formas.

El condicionante geológico de la existencia de cuevas es precisamente el que determina que el territorio asturiano posea una gran potencialidad para el desarrollo de cavidades, ya que una buena parte de él se encuentra recubierto de rocas carbonatadas.

En los Picos de Europa las calizas alcanzan grandes espesores y existen importantes relieves en los que las diferencias de cotas entre las montañas más altas y el nivel medio de los ríos puede alcanzar más de 1.000 metros.

Ello favorece la formación de cuevas verticales (simas), ya que el agua que se infiltra en las zonas altas ha de recorrer grandes distancias en vertical hasta conectar con sus salidas a los ríos. Por el contrario, en aquellas zonas de Asturias en donde los relieves calcáreos no son tan acentuados, el recorrido del agua se puede hacer más en horizontal, dando lugar a un predominio de cavidades horizontales (cuevas), que en algunos casos alcanzan un desarrollo de galerías superior a la decena de kilómetros en intrincados laberintos. Tales son los 14 Km de la cueva Huerta, en Teverga, y los 18 Km en Toneyo, Amieva.

II.2. EL INTERIOR

Las condiciones de humedad y temperatura en el interior de estas cavidades son totalmente independientes de las exteriores y suelen ser bastante constantes, tanto más cuanto más alejados estemos de la comunicación con el exterior. La humedad relativa del aire alcanza con frecuencia el 90%, pudiendo llegar al 100 %. La temperatura varía entre los 10 y los 14 grados centígrados, si bien en cavidades situadas a altitudes elevadas se llega a temperaturas bajo cero.

El aire interior suele tener una baja concentración en C02, excepto en situaciones muy especiales en las se encuentra notablemente elevado. Este componente proviene en su mayor parte del exterior, transportado en disolución en el agua Entrada. Cuando ese agua rica en C02 entra en contacto con una atmósfera pobre en C02 se produce una liberación de éste hacia el aire interior.

Dado que la que la capacidad de disolución y transporte de los bicarbonatos que el agua de infiltración posee es proporcional a la concentración de C02 que lleve disuelto, esa liberación de C02 da lugar a una pérdida en la capacidad de transporte de los bicarbonatos y/o sulfatos, que provoca su precipitación.

Este es el origen de las formas constructivas que aparecen en los techos, las paredes y los suelos de las cuevas, a las que adornan y enriquecen con su decorado tan interesante como característico.

Sin lugar a dudas la identificación de una imagen con una cueva se suele hacer a través de sus formas más conocidas: las estalactitas y las estalagmitas.

Las estalactitas crecen en el techo a partir de la precipitación de los carbonatos y/o sulfatos que se encuentran disueltos en las gotas de agua que se desprenden por gravedad. Tienen en su interior un conducto por el que discurre la gota. Las formas que adquieren son muy variadas y espectaculares, siendo las más usuales los tipos cónicos, los llamados macarrones, las formas planas, banderas y pañuelos, las intrigantes excéntricas de las que aún no se conoce el mecanismo de formación, etc.

Las estalagmitas son las formas que aparecen creciendo desde el suelo hacia arriba. Tienen correspondencia con las anteriores. La estalagmita suele estar en la vertical debajo de una estalactita, por haber sido originadas ambas por la misma gota que, al caer al suelo desde la estalactita, da lugar a una formación más gruesa y sin el conducto interior. En ocasiones estas dos formas llegan a unirse dando lugar a columnas.

Existen también otras formas de precipitación, algo menos conocidas pero no por ello menos espectaculares, como son las frecuentes coladas. Se trata de unos «mantos» de cristales de calcita, aragonito o yesos que cubren las paredes o una parte de éstas. Son muy llamativas por sus brillos en función del ángulo de incidencia de la luz.

Los «gours» son otra de las formas que suelen aparecer tanto en el suelo como en las paredes. Consisten en charcos, de tamaños variables, construidos a costa del crecimiento de un reborde de precipitación. En el interior de estos gours, dentro del agua, se desarrollan otras de las formas espectaculares: las perlas de las cavernas.

Todas estas formas de precipitación pueden tener diversas colocaciones: marrones, ocres, rojos, negruzcos, azules, verdes, etc. que se deben a diversos componentes de la roca disuelta. Los tres primeros derivan de un carbonato de hierro, la siderita, que se deposita como óxidos e hidróxidos.´ Los azules y verdes corresponden al depósito de carbonatos de cobre (azurita y malaquita). Los negros los da el manganeso.

Por otra parte, cuando en la roca disuelta se presentan sulfuros, estos se transforman en sulfatos, dando entonces lugar a la precipitación de yesos en unas concreciones muy espectaculares.

III. UTILIDAD CIENTIFICA DE LAS CUEVAS

Cuando se hace referencia las cuevas, un buen número de personas las asocian ineludiblemente a una parte de la historia de la humanidad: la prehistoria. Los hallazgos de pinturas rupestres, concheros, útiles y, en general, huellas de la ocupación humana de estos recintos, han puesto de manifiesto el potencial científico que el estudio de las cuevas supone para el mejor conocimiento del poblamiento humano. Pero no solamente tienen ese interés histórico y artístico.

Mucho menos conocido, pero no por ello menos importante es la utilización de las cuevas como apoyo trascendental en estudios relacionados con la paleoclimatología, la evolución del relieve, las aguas subterráneas, escalas temporales, la fauna con sus adaptaciones, la flora, etc. Para algunos de estos estudios las cuevas representan realmente su laboratorio, un laboratorio muy frágil y fácilmente alterable.

No es de extrañar por tanto que los espeleólogos científicos, es decir, los estudiosos de las cuevas, sean reticentes a divulgar al público en general detalles de situaciones, estudios o hallazgos de cavidades, con el fin de poder concluir los estudios y mantener el mínimo deterioro.

Existen casos tristemente notables, algunos de ellos muy recientes, de expolios y destrucciones irreparables causados por gente carente de conocimientos y de sensibilidad; pero también se producen daños graves por la afluencia masiva y continuada de visitantes, que altera las condiciones de estabilidad en el interior de las cuevas.

Las pinturas rupestres que hoy conocemos han perdurado hasta nuestros tiempos gracias a haberse preservado en condiciones ambientales estables. La presencia humana masificada modifica la temperatura y la humedad del ambiente interior de las cavernas. Cuando se instala Huminación eléctrica, la luz y el calor favorecen el crecimiento de organismos vivos que no existirían sin esos elementos artificialmente introducidos.

Estas son algunas de las razones por las que, en cuevas determinadas, se restringen las visitas o incluso se suprimen totalmente.

Por último, el misterio de las cuevas ha desarrollado leyendas y mitologías desde los tiempos más antiguos. Tal es el caso de la señora que se sienta a la entrada de la cueva a peinarse con un peine de oro. Para los asturianos, es en las cuevas cercanas a los ríos donde habitan las «xanas», especie de hadas de las aguas, y los «cuélebres», algo similar a dragones.

...«Del fondón de la cueva salió´] cuélebre col ubleru al aire, sascudiendo les ales, retorcigañándose, escargachando tou gafu y chando xiblíos y jueu »... (fragmento de cuento asturiano).

BIBLIOGRAFIA

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«La fauna acuática subterránea de Asturias».

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PUCH, C. (1987).

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Exploracions, 1 1. Espeleo Club de Grácia. Barcelona. 49 6 pp.

Cuatro apuntes sobre espeleologia

La caverna, la gruta y la cueva, figuran en leyendas de todo tiempo y cultura. La literatura antigua hace referencia a cavidades fantásticas, caracterizadas por habitantes curiosos, tesoros de fábula, poderes mágicos, horrores varios o mundos misteriosos.

Solamente a partir del siglo XIX se empieza a tener constancia real de simas de cientos de metros y galerías de decenas de kilómetros. Se afirma entonces que el mundo subterráneo puede compararse en extensión al del ámbito alpino.

La exploración de las cavernas, por sus requerimientos de condición física, capacidad técnica y conocimientos científicos, queda reservada a un reducido número de personas.

Los obstáculos que detienen al explorador son muchos, diversos y, en ocasiones, temporales Aluviones que anegan un paso, tránsitos difíciles, galerías inundadas, etc.

Con el paso del tiempo, importantes avances científicos, nuevos materiales e instrumentos de precisión y, muy importante, mejores condiciones físicas y técnicas de los espeleólogos, permiten superar en la actualidad dificultades que en tiempos anteriores eran insalvables.

Todo ello ha convertido a la Espeleología en una actividad apasionante, que ejerce una gran atracción para un número creciente de personas.

La conservación en su integridad de las cavernas de nuestro ámbito depende, en gran medida, de la concienciación de los participantes en estas actividades y, en muchos casos, también de la sensibilidad de los organizadores de expediciones y visitas.

El origen de las cavernas (espeleogénesis).

El conocimiento de diferentes procesos de formación de cavidades en rocas, puede ser utilizado para debatir con los alumnos acerca del origen de una caverna concreta que se está visitando, o sobre las posibilidades de que se formen oquedades en un tipo de material geológico concreto.

Con esta finalidad resumimos algunas de las explicaciones del profesor Renault (1971).

Las cavernas visitables, las más numerosas y mayores, se localizan dentro de rocas solubles (sal gema, yeso, caliza, dolomía). En estos casos, la formación de cavernas es simplemente una manifestación más del fenómeno cárstico.

El estudio científico de las cavernas se ha desarrollado fundamentalmente en las cavidades formadas en rocas calcáreas, existiendo gran cantidad de investigaciones, estudios y descripciones, que han permitido la elaboración de un cuerpo de doctrina coherente, que proporciona una explicación racional de las leyes que regulan su formación y funcionamiento.

A efectos didácticos se diferencia el origen de las cavidades en dos apartados:

— 1. Cavidades originadas en el momento en que se formó la roca en que se ubican.

—2. Cavidades originadas posteriormente a la formación de la roca.

—1. Cavidades originadas en el momento en que se formó la roca en que se ubican.

— En las alteraciones de toba, en el emplazamiento de una cascada, quedan algunas cámaras entre la masa.

— En los mares cálidos, en el proceso de formación de arrecifes de coral, se van creando espolones en forma de hongo, que al unirse en la parte superior, forman orificios y cavidades.

En regiones volcánicas, bajo la lava se forman túneles. La lava incandescente comienza a enfriar antes en la periferia que en el interior de la masa. Solidifica en superficie, mientras la lava incandescente sigue circulando en el interior. Cuando cesa la erupción, la lava fluida se desliza ladera abajo, quedando solamente las paredes y la bóveda. Si la capa superficial se hunde en algún punto, se puede acceder a la cavidad. (monte Cameron, Kenya, Hawai, Canarias) .

— Cuando la corriente de la lava cubre una turbera empapada en agua, ésta es llevada a ebullición y estalla, dando origen a una cavidad vertical que taladra la corriente como un punzón.

— 2. Cavidades originadas posteriormente a la formación de la roca.

Son mucho más numerosas que las anteriores. Existen varios mecanismos posibles.

— Como curiosidad se citan en primer lugar las cavidades artificiales. Si son de excavación muy antigua, hay casos en que es difícil determinar si es natural (acondicionada por el hombre con fines prácticos) o artificial.

— La acumulación de pedruscos unidos (confusión, co-fusión) al pie de una escarpadura y los lienzos desprendidos de un acantilado pueden formar cámaras. Grietas de separación, pueden alcanzar centenares de metros de longitud y decenas de metros de profundidad.

— Las aguas subterráneas que circulan por las grietas de ciertas rocas blandas (areniscas mal cimentadas, toba sólida) o a nivel de una roca tierna cubierta por una capa resistente (cuarcita coronando un contenido arenoso, caparazón laterítico sobre una masa blanda), arrastrarán las partículas sueltas, desarrollando galerías a través del macizo, que pueden alcanzar cientos de metros de longitud.

— En zonas costeras, las embestidas del oleaje contra las partes blandas del acantilado (filones de diabasa en el granito, pizarras intercaladas en las cuarcitas) provoca la formación de cavidades (espectacular gruta de Fingal, en los basaltos de las Hébridas).

— Sales disueltas en agua de impregnación, cristalizan provocando desgarramiento de la roca en un punto determinado, que se puede ir transformando en oquedad, a veces profunda.

— Grutas formadas en arcilla: Cuando la arcilla se deseca, la evaporación del agua impregnada determina la contracción de la masa terrosa y la aparición de grietas. Estas grietas son penetradas posteriormente por el agua de lluvia. Si el agua es dulce, impregnará de nuevo la arcilla, que expansiona, y las grietas desaparecen. Pero si es salada (lixiviación de materiales que llevan mucho tiempo secos), el agua salada, en vez de hinchar la arcilla, le sustrae por ósmosis una parte del agua constitutiva. El resultado es una mayor contracción de la arcilla. Después, el agua que circula por las grietas las agranda, formando una red de pequeñas grutas.

— Grutas de expansión, formadas por bolsas de anhidrita en masa de yeso. El sulfato de calcio (S04Ca) puede formar dos minerales: la anhidrita, químicamente pura, y el yeso, forma hidratada S04Ca + 2H20— Para la misma cantidad de sulfato, el yeso tiene un volumen superior al de la anhidrita. Si en un lentejón de anhidrita penetra agua no saturada de sales, se convierte en yeso, aumenta de volumen y agrieta la masa de yeso que la contiene. Este yeso es más soluble que el cristalizado, por lo que será eliminado por las aguas infiltradas, dejando una cavidad. En el Lago Assal, Somalia Francesa, se formaron de este modo cavidades de 2 m. de diámetro por uno de alto.

Por Luis Alfonso Fernández Pérez

Geólo

Concejo de Onís

El queso Gamonéu y su festival, la mole del Cornión, la majada de Belbín, emblemáticas aldeas como Demués, Bobia o Gamonedo, gastronomía de primera y abundantes y nobles ejemplos de arquitectura asturiana… Así es Onís, un territorio de gran altitud.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Onís son: Cabrales, Cangas de Onís y Llanes. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Onís, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca del Oriente de Asturias

Es la tierra asturiana que primero ve el sol, que tiene las montañas de más altitud de la cordillera cantábrica, los Picos de Europa, Parque Nacional, Reserva de la Biosfera y lugar donde se inició la Reconquista en España, concretamente en Covadonga.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Caravia, Llanes, Onís, Parres, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Piloña, Ponga, Ribadedeva y Ribadesella. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«Uno de los puntos destacados de Asturias son los Picos de Europa, una cordillera imponente que se extiende a lo largo de la región. Estas montañas albergan algunos de los paisajes más impresionantes de España, con picos escarpados, valles profundos y exuberantes bosques. El Parque Nacional de los Picos de Europa es un lugar perfecto para los amantes del senderismo y la naturaleza, con numerosas rutas y senderos que ofrecen vistas panorámicas impresionantes.»

Resumen

Clasificación: Patrimonio natural

Clase: Entorno natural

Tipo: Cuevas

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Onís

Parroquia: Benia de Onís

Entidad: Benia de Onís

Zona: Oriente de Asturias

Situación: Montaña de Asturias

Comarca: Comarca del Oriente de Asturias

Dirección: Benia de Onis

Código postal: 33556

Web del municipio: Onís

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Onís

Dirección

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